Alimentos que deprimen

La depresión es una de las enfermedades más extendidas en el s.XXI pues afecta a más de 350 millones de personas a lo ancho y largo del mundo, y lo peor es que se espera que en 5 años, en 2020, sea la segunda causa de discapacidad, tan sólo después de las enfermedades cardiovasculares, según la OMS. 
Esta dolencia se se revela a través de un cambio en el estado de ánimo, mediante la tristeza, la falta de interés o placer, el sentimiento de culpa, la falta de autoestima, sensación de fatiga física, incapacidad ante la concentración, así como trastornos alimentarios o del sueño. 
Además de suponer y lastre para el rendimiento laboral o escolar, lo es también para las relaciones familiares y sociales. Si se trata de un mal de carácter leve, se puede tratar con medicamentos, pero cuando se eleva a una fase moderada o grave se necesita terapia profesional además de medicinas. 


Las posibles causas, o al menos las más comunes que derivan en depresión pueden ser las presiones económicas, sociales o simplemente el estrés. Por ello, es altamente recomendable prevenirlo de diversas maneras como el ejercicio, la realización de actividades placenteras o, y es el tema al que vamos hoy, una alimentación saludable. 
Y es que demostrado está que la dieta influye de manera notable en el modo en el que te sientes. Por ello hemos elaborado una lista de alimentos que te inducen a la depresión: 


1. Endulzantes de tipo artificial: producen la depresión del sistema nervioso. Así, el aspartame (endulzante) entorpece la obtención de dopamina y deserotonina, responsables en su ausencia de los ataques de ansiedad y depresión. 


2. Comidas procesadas. Aumentan el riesgo de desarrollar depresión, pues en su mayoría contienen sustancias químicas nocivas que benefician la entrada de enfermedades de tipo cardiovascular e inflamaciones. Evita las carnes, los embutidos, los chocolates y los postres procesados. 
3. La comida frita. Las grasas saturadas ayudan a desarrollar conductas de tipo depresivo en base a las reacciones químicas que se producen en nuestro cerebro. 


4. Cereales refinados. Su consumo, así como el de las harinas del mismo tipo, contribuyen en la probabilidad de sufrir la dolencia en la que basamos el post de hoy. 
5. Lácteos altos en grasa saturada. Y es que según dos universidades españolas, la de Navarra y la de Las Palmas de Gran Canaria, existe una relación directa entre el consumo de grasas denominadas ‘trans’ y el desarrollo de depresión. Y gran cantidad de ellas se encuentran en la leche. 


6. Refrescos gaseosos. El Instituto Nacional de la salud lo tiene claro: más de un litro al día provoca depresión aumentando la probabilidad en las variedades dietéticas o saboreadas. 
7. Alcohol. Su uso y abuso en tiempos prolongados desencadenan en un estado de desánimo, que interfiere en receptores del sistema nervioso. 


8. Café, té, extracto de guaraná o ginsen. Todos ellos sobreactivan el organismo lo que puede derivar en ansiedad, nerviosismo o insomnio. Además reducen el stock de vitaminas y minerales. Trata de reducir su consumo si las cantidades que tomas son elevadas. 


Para llevar una vida más saludable y equilibrar las emociones, es necesario llevar una dieta sana en la que se eviten los alimentos con alto contenido en grasa y azúcares refinados, hacer ejercicio y realizar actividades que te hagan feliz.

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